Después de casi 30 años de ausencia en Bolivia, David Martínez, junto a su familia, arribó a las 06:30 locales al aeropuerto internacional de El Alto, aledaña a La Paz, con la esperanza de garantizar mejores días a su esposa Tatiana y sus hijas Camila (5) y Karina (24), esto tras huir de una tormentosa situación que vivió en la ciudad de Kiev, durante el operativo militar especial de Rusia a finales de febrero de este año.
Con un rostro de tranquilidad, tras el caos en el otro lado del mundo, Martínez agradeció al Gobierno boliviano y a personas particulares por las gestiones y condiciones que garantizaron su retorno a Bolivia, tras dejar su segundo hogar en el Kiev, después de un inminente peligro a la vida de su familia por la artillería militar rusa, que tiene el objetivo de «desmilitarización y desnazificación” de esa zona.
Rusia anunció el 24 de febrero el lanzamiento de una «operación militar especial» en Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, necesitan ayuda frente al «genocidio» por parte de Kiev.
“Mucha gente nos ha apoyado y quisiera agradecerles en nombre de nuestra familia y a todo el Gobierno de Bolivia y esta es una prueba de que no se olvidan de los compatriotas”, manifestó el padre de familia y músico boliviano en una conferencia de prensa.
Según la Cancillería boliviana, la familia Martínez solicitó su requerimiento de retorno al país junto a otros 17 connacionales, por lo que el Estado boliviano movilizó sus mecanismos mediante el uso de espacios de la embajada de Argentina asentada en Alemania y Polonia.
Martínez comentó que las bombas destructivas causaron terror en Kiev, por lo que cientos de ucranianos tuvieron que huir de sus departamentos y buscar accesos de salida de esa ciudad, limitadas por el Gobierno ucraniano, que impuso una ley marcial y llamó a filas a todos los reservistas.
“No se imaginan como fue escuchar esas bombas y sirenas, mis hijas ya estaban traumadas, no se sabe qué hacer, la mayoría de la gente se bajaban a los sótanos, en el metro de Ucrania también”, relató el boliviano.
Asimismo, comentó que “a los hombres ucranianos no los dejan salir y así con la masa de la gente pudimos pasar. La gente nos ayudó al ver que estábamos con los niños y de ahí salimos en tren a una ciudad antes de llegar a Polonia”.
Bolivia accedió a la solicitud de retorno porque es un Estado pacifista y promueve el derecho de los pueblos a vivir en paz, por lo cual la prioridad debe ser proteger la vida, en el marco del respeto al Derecho Internacional, de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario.