Grupos radicales armados de piedras, bombas molotov, palos y petardos, cercaron la Federación Única de Trabajadores Campesinos de Santa Cruz, ubicada en el primer anillo, en la avenida Irala.
El ejecutivo de esta Federación, Franklin Vargas, informó que más de 30 personas, entre mujeres, niños y personas de la tercera edad, están en el interior de esas instalaciones que son atacadas por miembros de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC).
“Había sido un delito manifestarse pacíficamente, un grupo de choque ha venido a la marcha directamente a atacar (…). Nos hemos replegado a la Federación estamos aquí con mujeres, niños y adultos mayores, estamos siendo atacados por todas partes con petardos y todo lo que tienen”, denunció Vargas en entrevista con Bolivia TV.
El representante de los trabajadores campesinos denunció que este grupo radical afín a los cívicos amenazó con “tomar y quemar” esta Federación por pedir el derecho a trabajar.
“Lo único que pedimos es que el gobernador (Luis Fernando Camacho) levante el paro indefinido y pedimos al Gobierno que garantice nuestro derecho al trabajo, a la educación a la salud”, indicó.
Reprochó que a pesar de que son pocos los que participaron en la marcha pacífica, porque la mayoría está en el campo, los jóvenes de la Unión Juvenil Cruceñista arremetieron contra la integridad de los trabajadores campesinos.