Las crisis económica, sanitaria y educativa que encaró el presidente Luis Arce desde el inicio de su mandato, en noviembre de 2020, fueron atendidas, mientras que en lo político se espera aún conflictividad por problemas estructurales irresueltos, afirmó el portavoz presidencial Jorge Richter.
“Cuando el presidente Arce toma el Gobierno, el 8 de noviembre de 2020, tenía cuatro situaciones de crisis, frente a él: la económica, la educativa y la sanitaria, esas tres crisis que acabo de mencionar son, hoy en día, eventos atendidos”, afirmó en una evaluación sobre la gestión de Gobierno en una entrevista con el Programa Fama, Poder y Ganas.
En lo económico destacó los diferentes indicadores económicos que muestran el sostenido crecimiento boliviano en un contexto internacional adverso.
De acuerdo con datos oficiales, luego de un decrecimiento del -8,74% en 2020, en 2021 el Producto Interno Bruto reportó un crecimiento del 6,11%, mientras que al segundo trimestre de 2022 se llegó al 4,13%.
A la par, la pobreza moderada se redujo de 39% en 2020 a 36% en 2021, mientras que la pobreza extrema bajó de 13,7% a 11% en 2021; y la desigualdad, medida por el coeficiente de Gini, descendió de 0,45 puntos porcentuales (pp) en 2020 a 0,42 pp en 2021.
Mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que mide la inflación, se ubicó en 2022 en 3,12%, siendo el indicador más bajo en la región, atribuido al Modelo Económico Social Comunitario Productivo que cuida el poder adquisitivo de la población.
En tanto, para este año se proyecta un crecimiento del PIB del 4,86%; un déficit fiscal de aproximadamente 7,49% del PIB y una tasa de inflación de fin de período en torno al 3,28%.
Pendiente
Sin embargo, de acuerdo con Richter, la cuarta crisis, asignatura pendiente o irresuelta, es la crisis política, pero con una data de por lo menos cinco décadas y que se extenderá a lo largo de este año con diversos temas en agenda.
“La crisis política es una crisis irresuelta porque tiene unos factores irresueltos ya históricamente, digo históricamente porque hace cinco décadas que en Bolivia está presente, por ejemplo, la confrontación oriente-occidente. Esta confrontación tiene elementos económicos, pero también elementos políticos, con modelos de Estado distintos transversalizados, a su vez, por racismo, entonces, estos elementos, no es el único, es uno de los elementos que yo distingo, estos elementos van a dejar una situación de conflictología en el país a lo largo de este 2023”, consideró.
De hecho, recordó que el año empezó con la violencia en Santa Cruz debido a la detención preventiva del excívico y gobernador Luis Fernando Camacho, quien encara una investigación por el delito de terrorismo, debido a su participación en la crisis de 2019, en el caso Golpe de Estado I
Ante, en 2022, Santa Cruz también fue epicentro de los conflictos por el censo. Levantaron un paro de 36 días, luego que el Gobierno propusiera y acordara con autoridades electas, como lo hizo antes del conflicto, que un estudio técnico defina la fecha del censo. El empadronamiento fue acordado para el 23 de marzo de 2024.
“Se podrá llamar federalismo, mayor autonomía, pacto fiscal, pero en los hechos reales es una visión de sociedad y de Estado fuertemente conservadora, excluyente y que, por lo tanto, va a generar un choque y un tensionamiento siempre con los sectores que se incorporan a la vida política a partir de la conformación del Estado plurinacional”, afirmó en alusión a la propuesta lanzada por Camacho de revisar la relación de Santa Cruz con el Estado, luego que las reacciones ante su aceptación del censo en 2024.
Salud-clases presenciales
En cuanto a la crisis debido al coronavirus, Richter destacó que la sexta ola de la pandemia no tuvo el impacto como para paralizar el país, porque se asumieron medidas desde el Gobierno, en coordinación con los gobiernos subnacionales.
Además de la detección temprana y el tratamiento gratuito, lo que no ocurría en la primera ola -durante el régimen de facto-, el Gobierno adquirió 23.815.500 dosis de vacunas anticovid.
Hasta domingo fueron suministradas 15.676.024 dosis entre la primera, segunda, tercera, unidosis y cuarta dosis a los diferentes grupos etarios de las vacunas Sputnik V, AstraZeneca, Sinopharm, Pfizer y Janssen en todo el territorio nacional.
Gracias a esas medidas, la tasa de letalidad bajó 6,2%, en la primera ola, al 0,1%. Resultado de estas acciones, el Gobierno logró el retorno a clases presenciales en un 100% en 2022, logrando así la atención a la crisis educativa.
Con ello se revirtió lo ocurrido en 2021, cuando en medio de la recuperación económica y en proceso de superar la crisis política, el 62% de las unidades educativas pasó clases de manera presencial, el 20% de manera semipresencial y un 18% a distancia.