El viceministerio de Régimen Interior y Policía, Javier Issa, denunció la falta de celeridad en las investigaciones sobre los hechos suscitados en el municipio de Sacaba (Cochabamba) y en la zona Senkata, de la ciudad de El Alto, donde en noviembre de 2019 se registraron conflictos sociales, en los que los movilizados portaban armas de fuego y se registraron al menos 11 fallecidos.
«Al tratarse de mucha gente involucrada en los hechos de Senkata y Sacaba las investigaciones son muy complicadas. Las investigaciones siguen, pero no con la celeridad que nosotros quisiéramos», manifestó la autoridad.
Entre octubre y noviembre pasado se desató una ola de conflictos político-sociales en varias regiones del país, luego que se denunció un fraude electoral en los comicios nacionales del 20 de octubre, que favorecía al Movimiento Al Socialismo (MAS).
En las movilizaciones de Sacaba y Senkata -según las investigaciones preliminares- existe evidencia de que las muertes que se registraron en esos lugares fueron a causa de disparos de escopetas y otras armas que utilizaron los movilizados.
Issa recordó que después del atentado contra la planta de Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), en Senkata, cuando tuvieron que actuar las Fuerzas Armadas, el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) determinó que no se encontró ningún proyectil de armamento militar en las ocho personas que perdieron la vida en esa zona. Similar resultado arrojó la indagación de los hechos en Sacaba.